"Sincerate con vos", me tira Peter. Y como casi siempre, me deja pensando.
¿Alguna vez te habrá pasado intentar decirte una verdad a vos mismo y no poder?
Eso siento. Que me estoy ocultando algo a mí misma. Estoy demasiado encerrada en mí. Pienso mucho en mí.
Vengo de cinco meses de entrevistas y de laburos de mierda, inconclusos, en los que me forrearon. Tengo el vacío que me genera no estar yendo a la facultad. Pero cuando se terminan las vacaciones y vuelvo a la cursada, a veces también me siento un poco vacía en el 79.
Creo que te extraño de a momentos más de lo que me da el cuerpo. Que si te pienso no puedo respirar. Que me tortura la idea de que toques a otra mujer, que digas "te amo" sin pensar en mí. Me pregunto a mí misma si aguna vez lo volveré a decir. ¿Alguna vez volverá a pasarme algo parecido a lo que me pasó con vos? Me quebraste el pecho. Te llevaste parte de mi alma, la que decía "te amo".
Tengo pocas certezas sobre mí misma, por mucho que me piense. Tengo muchas adicciones que no puedo controlar. Soy una mina débil, cagona. Tengo muchos proyectos e ideas, pero poca plata para ejecutar. Mi familia a veces quiere que me vaya de mi casa. No debe ser fácil convivir conmigo.
Lloro más seguido de lo que quisiera últimamente. Y no puedo alejarme de una persona que me hace mal. Por el simple hecho de que también me hace bien. ¿Hasta dónde llega mi debilidad, no tiene límite alguno?
No sólo me oculto, también me miento. A veces me digo que va a estar todo bien, que ya tuve mi tiempo de llorar y este es mi tiempo de reír, que si mis amigos están cerca no necesito más nada.
Y quizás no estoy tan mal.
Pero un domingo cada tanto mi cama es tan enorme y vuelvo a rememorar esos tiempos en los que mi vida estaba repleta de "te amo", de hamburguesas en Mc, de películas con caricias incorporadas.
La realidad es que extraño lo que tuve poco tiempo y nunca más voy a volver a tener. Y no me la puedo bancar.
¿Quién puede ser del todo sincero consigo mismo si tiene que decirse este tipo de cosas?
