31.3.15

Llega y sonríe. Me derrito.
Un beso es más que un beso si me lo da él. 
Yo ya no espero nada de nadie, ni siquiera de mí misma
(y volé tan de prisa que hasta mi propia sombra de vista me perdió).
Pero me siento renacer. Siento como si mi alma bailara, es difícil de explicar!
Termino sonriéndole a su sonrisa y esperando el próximo beso y cantando de felicidad.
Siempre así.