5.4.15

"Hoy hace frío afuera y adentro de mí", ¿te suena? A mí sí.
Hoy hace frío afuera, de repente. Me siento al escritorio y estoy en paz pero también hace frío adentro mío. 
No quiero volverme (tan) loca. No soporto maltratarme más. Me ahogo en el vaso de agua que son mis propios vicios. Me veo hundirme en vos poco a poco, día a día, y no hago nada por salir porque te disfruto. 
Yo antes no era así. Yo tenía los huevos para decirme a mí misma que no. Y cuando era no, era no y punto. ¿Cómo es que se llama eso? ¿Fuerza de voluntad, quizás? ¿Es ese el término que busco?
No, no es. Porque ya he escrito antes: no existe la voluntad en el amor. Por eso es tan hermoso. Y por eso nos desgarra.
Te quiero desnudar una vida de veces, te quiero celar hasta el cansancio, te quiero besar las mejillas cuando mires para otro lado, te quiero para mí, te quiero.
Y el resto voy a intentar no pensarlo demasiado.