22.7.15

La ilusión

Yo te entiendo, amigo, claro que te entiendo. ¿Cómo no entenderte? 
Sabés que tenés poco, de hecho, lo que tenés es casi nada. Pero te da miedo perderlo.
Porque es casi nada, pero es algo
Cuando nos encanta la vida con una ilusión, la ponemos en una cajita de vidrio ahí, arriba de la biblioteca, lejos. Por las dudas. Por supuesto que no podemos sentirla, tocarla, apenas la vemos. Pero está ahí y esa sensación nos reconforta. Sabemos que si la vamos a buscar puede romperse. Y lo cierto es que pusimos más de una ilusión ahí. Pusimos varias. La que nos regalaron y un par más que construimos de paso.
La cuestión es, como siempre, decidir. La vida se basa en elecciones constantes. 
Está linda la cajita arriba de mi biblioteca, sí. Pero necesito más y es hora de moverme.
Lo importante siempre es recordarnos que el corazón se reconstruye en caso de fracasar. Y en caso de acertar...puede efectivamente estar por venir lo mejor esta vez.
Pero no quedarme quieta es el primer paso. 
Porque me gusta la ilusión y estuvo linda mientras duró,
pero ahora necesito realidad. Necesito un cambio.