17.8.15

El tiempo de cerrar la puerta.
El amor trunco.


Esta vez no lloro. Esta vez, tampoco sonrío. Neutralidad, el amor que pudo terminar sin llegar a ser. 
Esta vez me mantengo en un mismo nivel, no subo ni bajo, ya no me divierte, ya no quiero enojarme, ni quejarme, ni volver. 
Ni sentada esperando, ni corriendo buscando. 
Sólo acá. En mi terraza. Liquido el anteúltimo cigarrillo del atado. El cielo ahí, siempre inmenso pero poco visible, nublado. Vos seguramente yendo y viniendo. 
Pero ya no voy a ir por vos.