-"¿Te das cuenta, Benjamín? El tipo puede cambiar de todo. De cara, de casa, de familia, de novia, de religión, de dios. Pero hay una cosa que no puede cambiar, Benjamín. No puede cambiar de pasión."
Una vez me pidieron que fotografíe algo que me significara la pasión y no pude llevarlo a cabo. Tenía unos años menos, un par de historias menos, y me pasó que ni siquiera sabía definírmelo a mí misma. Quizás porque no tenía pasiones, o las tenía pero no me daba cuenta de que eso era lo que eran.
En el encuentro con uno mismo divisamos pasiones y debe ser el sentimiento más difícil de explicar en la vida. Una pasión es...una pasión. Listo, no hay más, no hay sinónimos, no hay nada que se le parezca. La pasión te define, te hace, te muestra, te llena, te convierte,te hace luchar. Las mías...las mías se parecen bastante al enamoramiento.
Me enamoré tanto que hoy me veo pasiones, me veo apasionada y me gusta. Porque la pasión es lo que te lleva, lo que te mueve, lo que señala el rumbo. Pienso en ellas, en las que me encontré hasta ahora. Y sonrío.
Y las quiero ahí, las necesito ahí. De ellas se compone mi alma.
Esa que a veces no sé dónde está. Está en las pasiones. Y las pasiones en ella.
https://www.youtube.com/watch?v=XNsWmSC2Obs