2.11.09

A veces siento que naciste para mi.
Si supieras cuántas veces me salvaste la vida,
cuántas otras me salvaste de mi,
cómo me cuidaste desde que te descubrí.
Estando lejos, me ayudaste mucho más que
los que están cerca.
Me acuerdo del día en que te encontré,
gracias a Diego, e inevitablemente se
me caen las lágrimas, una tras otra,
una tras otra.
Hay cosas que no se pueden explicar.