27.3.11

Él se desliza y me atropella

y aunque a veces no me importe,

sé que el día que lo pierda volveré a sufrir por él.

Que aparece y que se esconde,

que se marcha y que se queda,

que es pregunta y es respuesta,

que es mi oscuridad, mi estrella.

Él me peina y el alma y me la enreda, va conmigo pero no se dónde va.Mi rival, compañero, que está tan dentro de mi vida y a la vez está tan fuera. Sé que volveré a perderme, y lo encontraré de nuevo pero con otro rostro y otro nombre diferente, y otro cuerpo, pero sigue siendo él que otra vez me lleva. Nunca me responde, si al girar la rueda... Él se hace frío y se hace eterno, un suspiro en la tormenta a la que tantas veces le cambió la voz. Gente que va y que viene y siempre es él que me miente y me lo niega, que me olvida y me recuerda... Pero si mi boca se equivoca y al llamarlo nombro a otro, a veces siente compasión por este loco, ciego y loco corazón. Sea lo que quiera Dios que sea, mi delito es la torpeza de ignorar que hay quien no tiene corazón. Y va quemando, va quemándome y me quema. Y si fuera él? Pero me cuesta cuando otro "adiós" se ve tan cerca, y lo perderé de nuevo y otra vez preguntaré mientras se va y no habrá respuesta. Y si ese que se aleja, el que estoy perdiendo, ¿y ese era? ¿Y si fuera él? ¿Era? ¿Quién me dice si era él? Y si la vida es una rueda y va girando y nadie sabe cuándo tiene que saltar, y lo miro, ¿y si fuera él?