Balance. Miro seis meses para atrás. SEIS MESES. Octubre, parece tan lejano, octubre, empecé en octubre. Un poco más flaca, un poco más triste, igual de asustada y viviendo en un limbo. Siempre me va a costar entender que fue por mi bien y que tenía que hacerlo si o si, siempre me va a costar entenderlo, yo lo vi como la soga que tira para el otro lado, como el factor que está haciendo de mi vida una mismísima cagada. Capaz ahora, de lejos, me cuesta menos. Mañana es el último día de este arduo tratamiento de seis meses. Y después: al vacío. Es eso, es dar un salto al vacío sin mirar. Tengo miedo, tengo un miedo atroz y lo admito. Tengo miedo, ansias, nervios, un poco de angustia y un poco de alegría, entremezcladas. Estoy feliz, quiero terminar con esto de una buena vez y esta es la primera oportunidad que me dan. Pero también estoy triste y asustada, y si no puedo? Qué pasa si me dejan probar, y no puedo? Otra vez volver a la nada, otra vez volver al principio, a las lágrimas y los retos y las miradas de reojo y los CONSTANTES controles, otra vez volver a Octubre.