4.5.11

Adoquines.

¿Realmente me usaste?
De verdad me está costando asimilar los hechos.
A veces camino y empiezo a pensar que tal vez la vida es algo más que un pasado latido, un presente latiente y un futuro por latir.
Piba, por más humo que tragues, en algún momento vas a necesitar respirar aire puro, aunque cueste ahora.
Un paso, otro, otro más, ya van solos; muy bien: un movimiento menos que controlar. Me cuesta pensar, me mareo, me caigo, ¿me caigo? No, no, no me caigo, era la sensación, no me caigo, estoy parada y aunque quiera retroceder, sigo avanzando sin entender bien.
Se me mezclan las cosas. Un sueño, un bolso ya completito para irme al carajo cuando se me venga en gana (está todo lo indispensable), ella diciendome: "serás buena escribiendo, pero para cocinar sos un desastre!", papá llorando y mamá gritando, (él de nuevo, él de nuevo, él de nuevo), frutas, letras, silencios, tantos.
Después se pasa el efecto. Vuelve el aire, respiro con ganas, se recalienta la sangre: volví.