25.5.11

Realmente, esta vez creí que esos sentimientos habían muerto en mi.
Resulta que estaban dormidos, resulta que estabas vos en mi camino
para encargarte de despertarlos.
Pensé que se habían acabado las ganas
de caminar de la mano, de dormir la siesta en compañía, de ver a una persona,
sin importar contexto, momento ni terceros.
Resulta que ahora quiero verte y no se si está bien o mal.
A ver, conciencia: ya sé que no se puede. Ya se que, por única vez en mi vida,
me tiré a lo que DE VERDAD es prácticamente imposible.
Pero eso no quita que me hayas despertado,
ni que esté por completo agradecida.