31.7.11

Infinito.




"Nunca te llevé a que madame Léoni te mirara la palma de la mano, a lo mejor tuve miedo de que leyera en tu mano alguna verdad sobre mi, porque fuiste siempre un espejo terrible, una espantosa máquina de repeticiones, y lo que llamamos amarnos fue quizá que yo estaba de pie delante de vos, con una flor amarilla en la mano, y vos sostenías dos velas verdes y el tiempo soplaba contra nuestras caras una lenta lluvia de renuncias y despedidas y tickets de metro."










(Ayer pensé bastante en el infinito. Creo que lo que más me gusta del símbolo del infinito, es también lo que más me gusta de esta vida.Vos ponés los comienzos y los finales, donde más te guste. A girar, nomás!)