No me va a tocar ni una pizca de tu perfección.

Y vos así nomás, te despertás como si nada,
sin tener en cuenta que estoy al lado tuyo,
que sos hermoso recién levantado
y que yo puedo llegar a morir.

Sonreís, como si fuera algo natural

tener la sonrisa más linda del mundo.

Sin tener en consideración, claro,

que yo te miro sonreír y me enamoro de vos.

Porque creo que todavía no te diste cuenta
de lo infinitamente perfecto que sos.
Y vas por la vida, caminando las misma calles
que después camino yo.
No notás que vas dejando pedazos de luz a cada paso.

Quiero al menos una partecita

de tu infinita perfección.

Quiero estar ahí !

(¿viste qué tierna que soy cuando quiero?, ¡já!)