Que capaz no es tan injusto no pertenecer, si eso no me pertenece.
No me pertenecen tus miradas ni tu cuerpo a mi cama o tus brazos a mi cintura y yo no te pertenezco.
No pertenezco porque vos no estás.
No te pertenecen mis renglones porque el reloj de arena se vacía y a mi se me acaban los segundos.
Y vos tampoco pertenecés.
¿Por qué me tratas tan mal? ¿Por qué me tratas tan bien?Si vos sabés que no aprendí a vivir, lindo.