(...) Supongo que fue en vano, como siempre, pensar en lo último que iba a escribirte: siempre queda algo por decirte porque te reinventás. Y yo, yo soy un desastre lindo, vos te merecés abrigos que hoy no tengo. Me cansé de los círculos viciosos colmados de mentira, oculte y arrepentimiento, porque nunca lleva a nada. (...)
(Versión completa en casa, en tanto y cuanto quieras)