Una mirada, una semana, peleándome por vos.
Contra mi mundo por vos.
Durmiendo en soledad, se duerme abrazada a los miedos.
Hoy ya no existe más aquella que teme a los abismos.
Y es hoy gracias a vos que mis miedos tienen terror.
Es tu risa que desarma...
todas mis tropas se rindieron a tu reino de enseñanzas.
Sentí que el destino esperaba jugarme a matar o morir.
Vencí a esa extraña que supo habitar en mí.
Esta mina sensible no cruza los brazos.