27.8.13

19

Aparecen los hijos de puta. Se hacen los desaparecidos, pero terminan apareciendo, cayendo de la nada cuando más los necesito. Siempre andan por ahí, dando vueltas. Siempre al pie del cañón. 
Lo que hicieron mis amigos por mí en estas últimas semanas, es único e imposible de devolver de forma alguna. Creo que, en definitiva, ni con ganas pude haber recolectado mejores personas en mi vida. Son de oro, posta que son de oro, son irrepetibles. 
Y me hicieron pasar un cumpleaños menos jodido de lo que se esperaba. 
Un cumpleaños (ponele) feliz.