En Baires un cielo nublado amenaza con el lunes lluvioso. Después de un parcial, me espera otro dentro de una semana (sumado a un texto como mínimo embolante y de 175 páginas), mi cansancio habitual, el extrañarlo a él más que a nada, mi vieja hinchando los huevos para variar. Mis amigos que van y vienen, mi trabajo que ya no tolero. En fin, nada nuevo, vuelvo a casa y a mi vida, vuelvo a mi normalidad que ahora parece vacía, sin sentido verdadero. 
Pero el amor me hace fuerte. Yo con el amor enfrento a la rutina. 
Es simplemente lo mejor que hay! Amor en un beso de mi novio, en una risa con mis amigos, en un mimo de esa misma vieja que hincha las bolas. Amor en la complicidad con Diego, mi protector y mi protegido, amor en los recuerdos, en los abrazos de mi tío. Amor en un gesto chiquito, a veces.