12.12.14

Me propuse no dejar que nada me la baje, venía todo tan bien, tan hermoso. Sigue estando todo hermoso: me espera un verano libre, un mes y medio en el que van a transcurrir las fiestas, salidas, cervezas, cigarrillos, mate. Me espera un verano de libertad para llenar sus días con mis amigos y nada más que ellos, con sus historias, con sus anécdotas y sus risas, sus risas que a mí me curan el alma, me salvan el corazón de tanta mierda. 
Un veranito que me gané y sin embargo siento un vacío que no puedo llenar con mis amigos, con mi familia, ni conmigo misma. Un vacío que no puedo llenar conmigo, está complicada la cosa, yo soy de arreglarme, de completarme, independiente como yo sola. A los pocos años de edad me trepaba a la silla y de ahí a la mesa para alcanzar un frasco de galletitas. Cuando mi mamá me ofrecía ayuda, yo le contestaba: "yo me arreglo solita". Y lo hacía así, me arreglaba, siempre me arreglé sola para todo, nadie me regaló nada. No lo digo con bronca ni con rencor, lo digo con mucho orgullo.
A lo que voy es a que no puedo decodificar qué será lo que me genera tanto vacío, qué me falta por llenar, qué es lo que no tengo y nadie puede darme, por qué sigo extrañando dormir de a dos, por qué sigo necesitando un beso, rounds de amor con la tele encendida. 
Por qué sigo necesitando y peor aún, por qué sigo queriendo, por qué sigo siendo esa nena caprichosa y encajetada que SABE que no puede tener, pero igual quiere. Ya está, ya hice catarsis, me voy a la mierda, nos vemos en Barracas.
¿A qué iba yo con estooo?