30.12.14

No puedo creer en dios pero creo que hoy por hoy puedo llegar a decir que cuando la vida cierra una puerta, te abre una ventana.
Este fin de semana pensé particularmente en vos, en esta historia que no está mal que haya terminado, mientras la podamos contar. Era así, ¿no?
La vida me alejó de Catalinas en esa tarde-noche de junio que me fui casi escapando de mí misma, casi corriendo, casi llorando. Pero hoy me vuelve a acercar con la presencia de una cuñadita que ya es casi una hermana más. Vuelvo a recorrer esas calles, sólo que esta vez en el auto con mi hermano.
La vida me quitó en un tiempo los paseos en tu Civic, a veces extraño el olor que sentía cuando entraba, ese perfume que te regalé cuando compraste el Corolla, la mulita. Así volví a acercarme al Civic de un gran amigo, que me pasa a buscar, me lleva, me trae, me espera en la puerta. Un amigo que me mima desde ese lugar porque puede y quiere hacerlo, porque me cuida, porque así me demuestra su amor.
"Perdí a mi compañera de salidas de los findes", me dijiste un día y me hiciste llorar. Yo también perdí a ese compañero segundero que iba conmigo a todos lados. Pero hoy lo gané desde otro ángulo. Mis amigos me acompañan siempre. Pilar es lo más gamba que hay, es mi pilar, me hace la dos siempre que puede. Mi hermana también. Paseo con los chicos, a veces con mi mamá, a veces con mi mejor amigo.
El tiempo se llevó mi vieja cama de una plaza que nos vio enamorarnos noche tras noche, desvivirnos, derretirnos en amor. Hoy tengo un sommier de una plaza y media que me gané con mi esfuerzo, con mi trabajo. Un sommier que está lleno de risas y de buenos momentos.
Banfield sigue jugando, ascendió, y a veces también miro sus partidos, aunque ya no me sepa la formación de memoria.
La vida me sacó de la cabeza la posibilidad de concretar esa imagen hermosa, todo lo que habíamos construido en nuestras mentes como una fotografía, todo ese futuro inmenso y eterno que imaginamos. Pero ahora tengo otra imagen, otra foto, en la que estoy sola pero feliz de todas formas, con mi familia y mis amigos siempre cerca.
La conclusión es que hoy por hoy no soy muy afortunada en el amor que digamos, pero sí lo soy en tantas otras cosas, en tantos otros amores que están ahí, que me aguantan el corazón.
Hoy estoy bien, es lo importante. De lo demás se ocupará el destino, la vida, las calles. 
Y si el tiempo nos cruza te voy a sonreír y te voy a abrazar, te voy a decir "te amo" con sinceridad, por los veranos hermosos que pasamos en la playa, caminando de la mano, creyendo en el amor. Apostando, poniendo fichas, construyendo un romance hermoso, inigualable. Y voy a seguir caminando. Siempre para adelante. Con tu risa de bandera.