6.1.15

De chiquita aprendí a comunicarme así.




Ya no intento no pensarte, por el contrario: intento pensarte.
Intento pensar en algo, en lo que sea, sostener un pensamiento lúcido en mi mente por más de medio minuto, sin que se vaya, sin irme.
Me digo a mí misma que no sé lo que me pasa pero me miento. Sí sé lo que me pasa.
El tema es que no sé por qué.
Me castigo, no duermo, no como, fumo de más. 
Como si tuviera que perdonarme algo y no estuviera pudiendo hacerlo.
Y sí me equivoqué. Y sí me equivoco. Soy quilombo, soy así, soy de las cagadas.
Pero después me pregunto: ¿cuál hay?
Mi estado es como de ebriedad constante, agradezco al menos poder estar sentada en este momento. A veces lo barato sale caro. Pero no me voy a cuestionar: que sea lo que tenga que ser. De este escrito, y de la vida en general.
Y bueno, obviamente que ojalá que sea rock, ¿no?