El problema real en mí, es que creo que el problema real es que no respeto mis propias decisiones. Pero después me corrijo y noto: no, ese no es el problema real. El problema real es que, directamente, no decido. Nunca decido nada.
La vida está haciendo y deshaciendo conmigo. Me voy unos días de viaje sola para encontrarme y vuelvo más perdida de lo que me fui. Me alejé de casi todos mis amigos porque me encerré en mí misma y en una construcción que nació sin sentido: quiero estar con alguien que no quiere estar conmigo. ¿Una mala decisión? ¿Hasta dónde decidimos sobre nuestros deseos, sobre nuestros flashes?
Me preocupo porque no preparé un final, pero tampoco me siento a prepararlo. Estoy definitivamente peleada conmigo. Me hago todo lo que no quiero que me hagan. No decido, cuando lo hago no me respeto, voy lento, despacio por la vida, hago todo como hacen las personas que hace una semana que no comen ni duermen. Fumo, me lastimo, me vuelvo loca a mí misma.
Y después me quejo de que me trata mal. Cómo no va a tratarme mal, ¿no? Si soy yo la que le da el ejemplo.
