4.6.11

Saco conclusiones, vuelvo a empezar.

Analizo, leo y releo, espero, intento memorizar ciertas situaciones, momentos específicos.

Almaceno todo en algún rincón de mi cabeza y lo mezclo y lo mezclo, como una gran preparación.

Espero una vez más y después llego a un punto final: Es mejor dejar de esperarte.

Pero cuando lo decido, cuando lo doy por hecho, cuando comienzo a dejarte ir, volvés.

Me llamás, aparecés, estás acá, estás de nuevo y nunca se para dónde salir corriendo.

Jugás conmigo aunque no sea adrede y yo no puedo explicartelo, no te puedo explicar lo que me pasa, porque no me lo pude explicar jamás a mi.

Y a pesar de que estás haciendo lo mismo que hiciste siempre, eso de llegar para desarmar los pocos esquemas que me había inventado, me encanta que lo sigas haciendo, porque me encanta que vuelvas, porque no te tengo miedo.