12.12.11

Él me deja sola, a la deriva, una vez cada tanto. Lo veo que da vueltas, que vaga por ahí, nunca lo dejo de ver porque se queda cerca, al alcance de mi vista. Pero que se va, se va, aunque lo vea.
Eso sí, después vuelve. Y siempre vuelve con algo nuevo, él se renueva. Vuelve con un beso, con un abrazo o con una caricia. Vuelve de buen humor, sonriendo. Vuelve a mi.
(Porque se da cuenta de que no puedo respirar.)