11.5.13

Ya no me resumo en un nombre ajeno, no empiezo a hablar de mi anteponiendo a alguien más.
Ya no escucho tanto a Fito, pero estoy un poco más enamorada del rock que ayer. 
Ya no vuelvo por Iriarte, ni tomo mate todo el día, ya no me duele que se haya ido mi mejor amigo. 
Ya no tengo ese frío atroz que me hacía doler hasta los huesos, ya no tengo que usar campera para que no me duela el respaldo en la espalda. Ya no puteo tanto a tantos. 
Por suerte ya no lo imagino cuando me bajo del 20, y ya no son diarias las ganas de fumar. Ya no hago natación ni me bajo un paquete de galletitas por día. Ya no soy fría, aunque sí insegura y cambiante, hay cosas que nunca se van.
Ya no tengo tanto miedo, intercambié eso por fe en mi.