5.6.13

Trabajo, hamburguesas y panchos de por medio, quilombo pleno de las 2 de la tarde, y yo ahí en mi rincón, con mi silla alta y el reverso de un aburrido apunte de la facultad.


Ya no da vueltas por Barracas mi Picasso por excelencia, y a mi ya no me cabe tanto la navidad. Me falta un pedazo del alma, y me sobran besos que no llegué nunca a dar. 
Los humanos somos felices de a momentos, ves. Y vos y yo somos tan diferentes pero tan parecidos. 
Para muchas cosas soy consciente de que no va a alcanzarme el tiempo. Y es difícil explicar(me) que ese sentimiento desaparezca cuando te tengo cerca. Tal vez lo que para mi es difícil de explicar, para vos haya resultado fácil comprender: esa noción de que el tiempo no existe, de que no puede encerrarse la realidad del mundo (o al menos del nuestro) en un reloj.
Yo prefiero que la vida sea un eterno domingo, y mucho más si estás vos.
Lucía.


[Lo único real del tiempo es que pasa
como la vida misma.]