14.1.14

Amarnos era lo más difícil. Porque cuando creíamos que nos amábamos, cuando nos invadía ese sentimiento en forma de razonamiento inconcluso, a su vez nos invadía un miedo voraz que todo lo absorbía. 
Amarnos era complicado, era como una ruleta rusa, nunca sabías en qué momento podía morir tu corazón, qué flechazo o mirada o frase iba a ser la que terminara de destruirnos, porque el amor es vulnerabilidad. Y si te enamorás, y si nos enamorábamos, era bajar un escudo puesto cuidadosamente con mucho esfuerzo a través de los años. Era derretir un hielo enorme e infinito que al final estaba instalado en nuestras almas. Enamorarnos era jugar con fuego. 
Por eso no lo amé, y por eso no me amó, pero fue el único motivo. 
No fue no querer, fue no poder. Y el tiempo pasó. Quién te dice, Barracas y sus magias, los días y sus magias, la música y sus magias.