12.6.14

El de despedida

"Hoy hace mucho frío fuera y dentro de mí. Pienso que tal vez siempre fue así pero estaba ciega, entonces ahora sí puedo darme cuenta, porque ciertas cosas me fueron abriendo los ojos de a poco.
Quise escaparme un poco de la realidad pensando que todo iba a cambiar con el tiempo, pero ya ves: mañana van a ser ocho meses y todo sigue igual. Mal. Este email puede parecerte muchas cosas, incluso un email como cualquier otro de los cientos que te mandé durante meses. Pero éste es diferente, es el de despedida. No me voy por una semana o por dos, me voy de tu vida para siempre, porque sé que estoy de más. No me necesitás tanto como yo a vos y muchas veces me dijiste que en las relaciones hay que dar y recibir por igual; no se está cumpliendo esa regla. Siento que siempre sentí más que vos. Entonces digamos que en nuestra relación no existe un equilibrio. No nos vemos nunca o estamos peleados...Siempre hay un tema para discutir entre nosotros. No tuvimos ni una sola semana de paz en ocho meses. Creo que es importante un poco de relax, creo que llegó el día, ¿no?
El tema de vernos más seguido también quedó en la nada. Ya ves: durante el año te veo (si se te antoja) dos veces por semana. Ahora estoy en vacaciones, no te voy a ver ni una vez. Hoy no, Alejo tiene una reunión de amigos. Mañana tampoco, viaja. ¿Qué tiempo me dedicás en tu vida? ¿Cuatro horas por semana? ¿Eso es un noviazgo? "Con respecto a vernos más seguido, sabés que se complica un poco: mis horarios, los tuyos, estamos un poco lejos, etc; pero vamos a tratar". No. No te creo una palabra más. Ahora ni siquiera nos vemos los días que supuestamente nos teníamos que ver. Olvidate.
A los dos nos gusta que el otro nos diga cuánto nos quiere, pero ninguno de los dos obtuvo nunca lo que quiso. Nunca fue bastante, no nos alcanzó. Tal vez a vos sí te alcanzó, porque no necesitaste nunca verme. Pero no fue suficiente para mí, que te quise con el alma y no podía verte jamás. Tampoco tuviste en cuenta que además de escuchar "te quieros" hay que demostrarlos. Shakespeare dijo alguna vez: "No ama quien no lo demuestra". Creo que describe perfectamente el "amor" que me tenías.
"Pendeja, no lastimes a quien necesitás, tirá tu orgullo a la mierda alguna vez". Me parece que te hice demasiado caso. Dejé que vinieras cuando quisieras, que hicieras y deshacieras sin importarte nada de mí. ¿Pensás que sos el único que extraña? Además, había muchas diferencias entre nosotros. Pero la más notoria era que yo no me quería nada y vos te amabas demasiado. Tanto que en vos no había lugar para mí. Tal vez encuentres a alguien a quien ames tanto como te amás a vos mismo y ése va a ser el amor verdadero. Es un consejo: si yo no lo agunté, creo que nadie lo va a aguantar, porque yo con esas cosas soy bastante paciente. Es sólo un consejo.
La pregunta es: ¿por qué no me dijiste desde el principio que te habías tomado nuestra relación de otra manera? ¿Por qué no me advertiste? Te hubiera amado menos, te hubiera dado menos. Ahora estoy atada a vos y es un infierno, por eso decido alejarme ahora. Porque si seguimos con esto que no tiene nombre, voy a amarte cada día mucho más y no es eso lo que quiero. Tal vez no tendríamos que haber desafiado a nada ni a nadie, y vos tendrías que estar con alguien de tu edad y yo con alguien de la mía. 
Mejor encuentro a alguien que pueda ver a los amigos todos los días, así ellos no me quitan el tiempo que me tiene que dedicar. Voy a tenerlo en cuenta a la hora de elegir la próxima vez.
Lo que más me duele es que nunca tuve prioridad en tu vida. Tu felicidad era condición única para que yo estuviera bien. Siempre te tuve arriba, como el religioso tiene a Dios. Pero yo nunca te interesé demasiado, sino, hubieses tenido más ganas de verme. Tal vez tantas como yo. Nunca tuve prioridad en tu vida, mientras que vos fuiste todo en la mía. 
Como novio, como hermano o como amigo, me duele verte, escribirte o escucharte. Éste es el último email, espero que sepas que no me adapté a tu filosofía de vida "light", cero obligaciones conmigo. No era eso lo que quería para nosotros.
Yo escribo esto suponiendo que vas a entender, porque te sé un tipo inteligente. Así que a partir de hoy, voy a empezar de  nuevo. No quiero hablar con vos. No quiero verte, no quiero escucharte. No me gustó tu "manera". Tal vez cando sea más grande me acuerde de vos y entienda lo que me dijiste. Quizás ya lo entendí. Por eso hoy, Alejo, hoy me quiero decidir, prefiero estar con alguien que me ame a mi manera.
Pero como yo te amé, no te va a amar nadie."
Cielo Latini.