Ella. 

Espero que te estés yendo en paz, tranquila con vos y con todos. Espero que esa despedida haya sido con sonrisa y no con llanto, porque te recuerdo sonriente. 

Quiero agradecerte aunque estés en pleno viaje, por haber sido su soporte, su apoyo. Por haber cuidado y bancado a una de las personas más importantes de mi vida en su peor momento. Vos lo conocés tanto o mejor que yo y sabés que vale oro, que hay que conservarlo cerca. Eso hiciste, lo quisiste y te dejaste querer por él, muchísimo. Sólo puedo agradecerte por hacerle bien y por ser parte de los que quisimos verlo vivo de nuevo. Sólo puedo intentar mirar el vaso medio lleno y pensar que ya no sufrís. 

Gracias linda.