20.7.15

Siempre me costó muchísimo poner en palabras lo que siento cuando los tengo cerca. 
Es que, realmente, es el sentimiento más puro y hermoso que tengo hoy, de verdad.
Cuando cambiás tu vida, tu personalidad, las cosas que hacés, hay gente que va quedando atrás inevitablemente. Las relaciones que sostenemos, que siguen al pie del cañón, que nos siguen haciendo bien a pesar de todo...esas son las que hay que conservar. 
Ni se imaginan lo feliz que me hacen cada vez que se ríen. 
Ni se imaginan lo que me curaron el corazón cuando más lo necesité. 
Ni se imaginan cómo me reconstruyeron, cómo me reconstruyen día a día.
Porque sí, la vida a veces nos caga un poco a palos. Pero sacar belleza de ese caos, es llamarlos, que caigan en mi casa, que hagamos mates, que fumemos unos puchos, que charlemos.
Que me escuchen, escucharlos, reírnos de cualquier cosa pero reírnos. 
Esa es la belleza de mi vida hoy. Ustedes son la belleza de mi vida hoy.
Gracias amigos, por hacerme sentir tantas cosas tan hermosas cada vez que la birra o el mate son excusa para vernos. 
Gracias por ser la parte más hermosa de mí y la que más orgullo me da. Quiero tenerlos cerca para siempre, ojalá el destino me depare ese enorme privilegio. 
Los quiero tanto, tanto.