31.8.15

Almagro

y levantarse un lunes medio en cursi.


Me abriste el pecho en dos con un flechazo certero
y espiarte pasó a ser una parada más en mi ruta cotidiana.
Una mirada, una semana peleándome por vos
(contra mi mundo por vos).
Pasé de esconderme a querer profanar las puertas del Edén.
Y tu tiempo me dijo al oído: estoy clausurado para el que no pelea.
Despertando el otro lado de la moneda.
Se acortaron las distancias! Fundidos en un fuego que pretende ser eterno.
Hoy ya no existe más aquella que teme a los abismos.
Y es hoy, gracias a vos, que mis miedos tienen terror.
Es tu risa que desarma...
todas mis tropas se rindieron a tu reino de enseñanzas.
Sentí que el destino esperaba jugarme a matar o morir,
vencí a esa extraña que supo habitar en mí.