Dejar a otro, a veces, puede tener un sentido, un por qué.
Dejarse a uno mismo jamás tiene justificación.
¿Qué te decís? ¿"Necesito un tiempo"? ¿"No sos lo que yo quería"? ¿"Vamos muy rápido"?
¿Y DESPUÉS?
Después tenés que convivir con vos de todas formas. Todo el tiempo.
Tenés que seguir durmiendo con vos, tenés que seguir comiendo con vos, caminando con vos, estudiando, trabajando. Todo con vos ahí, adentro tuyo, puteándote como te putea un ex.
No encuentro forma de alejarme de mí misma. Ganas de decirme: "pero obvio, pendeja de mierda, ¿qué carajo esperabas?".
Me arruiné y estoy enloqueciendo.
Me encierro con llave y hago mate porque no tengo cigarrillos.
No te quiero volver a ver. Pero no sé vivir sin vos ya.
No quiero ver a ninguno de mis amigos. No quiero ver a mi familia. No quiero que me llamen y me pregunten cómo estoy, los quiero lejos.
No quiero música, no quiero libros, no quiero estudiar para el final.
Sólo quiero mirarme a los ojos en el espejo y verme así, ARRUINADA. Y seguir puteándome cual ex, porque hice todo mal y me lo merezco.
