14.12.15

sala de espera

Prendo el aire acondicionado pero abro las ventanas: no soporto mi propio olor a cigarrillo.
Todos, todos, sin excepción, se alejaron de mí (bueno, hubo una excepción)-
De repente me veo, otra vez, escondida de la gente. Me siento en una escalera, en la que hace apenas unos minutos recibí tu llamado, y lloro. Me escondo para llorar, como cuando era chiquita.
Quien fue mi excepción, dijo que te espere.
Y eso hago. Me siento a matar el tiempo mientras no volvés. Te veo irte en mi cabeza, una y mil veces cruzás la puerta y me dejás para siempre. No vas a volver pero yo te voy a esperar.
Porque acá y ahora, no puedo hacer otra cosa de mí.