De a momentos quisiera arrancarme la cabeza para parar de pensar un poco y empezar a vivirla. Pero soy así y no quiero cambiar mi esencia ahora, estoy conforme y agradecida con ella.
Sí quiero disfrutar de todo lo lindo y aprender de lo que no lo es tanto, pero con paciencia y con amor. Soy la misma que sonríe en el colectivo, a pesar de saber que al bajar tengo que caminar diez cuadras y que estoy yendo a la oficina. Porque vivo las cosas con responsabilidad, a veces con pesadez, con angustia. Pero con amor. Siempre con amor.
Y la vida tenía preparado todo esto para mí en un chanchito. Rompí la alcancía y salieron disparadas las monedas, tanto que ahora no puedo juntarlas. Me digo a mí misma que no estoy siendo feliz. Pero es sólo que estoy cansada...todo va bien y va a ir mejor.
Voy a tomar y a intentar disfrutar lo que la vida me va dando, sin preguntarle por qué.
