10.10.18

-"Te quiero desnuda", me dijo. Y tímidamente empecé a desabrocharme el primer botón de la camisa.
Me frenó.
-"No, no. Desnuda de verdades. La ropa después." Tragué mezcla de saliva y miedo.
Me senté en el piso. Y hablé. Se lo dije todo.
-"Te admiro", me dijo.
-"Admiralo a Román, boludo, yo hice lo que tenía que hacer"
Me dijo que me perdonaba. Que me perdonaba todo desde antes de que yo hubiese empezado a hablar.
Me sacó la camisa. Y me besó las cicatrices. Las de la piel. Las del alma.